Un beso con lengua

Casi desde el principio, me pusieron como cajera principal en el super, fija, sin moverme de mi puesto. Me gusta el contacto con la gente, me gusta comentar con los clientes las cosas del día a día, bromear, aportar ese granito de alegría junto con su compra. Intento ser siempre amable y amigable, muchos son los que me dicen que prefieren pasar por mi caja antes que por otra porque siempre sonrío.

Aquel día estaba como siempre, hablando con los clientes, cuando una mujer madura de pelo corto y teñido de un rojo colorado que estaba en la cola entró en la conversación. Mentiría si dijera que recuerdo de qué charlamos. Cuando ya le había pasado la compra y ya la tenía embolsada, me preguntó:

- ¿Puedo decirte algo al oído?

Yo asentí, pensando que quería avisarme de alguien que se había guardado algún producto para llevárselo sin pagar.... pero lo que me dijo fue esto:

- Eres maravillosa, no cambies nunca...

Y a continuación, metió su lengua en mi oído, en un beso húmedo y crepitante. Sentí un repelús que me erizó todo el pelo.... más por la sorpresa que por el acto en sí.... y me quedé paralizada, blanca...

Mi compañera me preguntó qué me pasaba. Le dije que me acababan de meter la lengua en la oreja. Buscamos a la mujer con la vista, pero ya corría con sus bolsas escaleras arriba.

Luego todo el mundo venía a preguntarme para que se lo contara, riendo. "Estas cosas solo te pasan a tí", "si me lo llega a hacer a mí, le meto una ostia...", "pero ¿cómo que no le has dicho nada?" fueron las frases más frecuentes.

¿Qué quieres que te diga? Me pilló por sorpresa. Pero al menos me echo unas risas cada vez que me acuerdo o que lo explico.