domingo, 20 de abril de 2008

Christian


Era el último día del Festival de Elbaixerótica.cat en la disco Tijuana. Las tantas de la madrugada. Estaba molida, tres días de trasnochar, de estar en pie con los taconazos, sin que los seguratas del local me dejaran sentar en ningún lado y ya no me sentía los pies del dolor.

El local estaba a reventar de tanta gente, algo por lo visto habitual allí un sábado noche. Decidí que subiría a la planta de arriba, algo más vacía y me quedaría apoyada en la pared, intentando descansar un poco.

Así me encontraba cuando a mi lado se colocó un chico muy alto, corpulento, elegantemente vestido, de cabello oscuro, de rasgos muy masculinos, ojos pícaros y bonita sonrisa. Me pareció una versión de Loquillo muy jovencito, me gustó al momento. Comenzamos a charlar, empezando un juego de seducción mutua. Estaba deseando lanzarme a por él.... Me dijo que se llamaba Christian. Estaba esperando la excusa perfecta.

Un chico pasó demasiado cerca de nosotros y le pisó.

"No te puedes imaginar la cantidad de veces que me han pisado esta noche..." me dijo, resignado.

"Sí, te han pisado... pero.... ¿te han besado?..." Casi no le dio tiempo a negarlo, yo ya me estaba lanzando a por sus labios, dejándome rodear por sus fuertes brazos, acariciando su impresionante pecho.... Él se dejó llevar, sorprendido, y me correspondió con pasión.
Continuamos nuestra charla mucho más cercanos, me encantó su sentido del humor tan personal.

Me estaba dando miedo preguntarle la edad, porque me daba cuenta de que era bastante más joven que yo. "¿veintisiete?"... "menos, menos"... "¿veinticinco?".... "menos, menos" .... "¿¿¡Dieciochooo!??"... "Noooo!, más, más..." Pues tendría que haber empezado por ahí, claro, sin duda la respuesta era ¡veintidós! ¡Mi número de la suerte!

Uff! ¡Qué yogurín!.... ¿Me atrevía?.... Sííí.....jajajaja.

La pena fue que, al poco rato, sus amigos vinieron a buscarle para marchar. Nos dimos los números de teléfono y las direcciones de mail y quedamos en seguir en contacto.

Fuimos hablando varias veces, concertando una cita.

Ayer quedamos de nuevo, para una copa y quizás... algo más.

No llegamos a tomar esa copa. Acabamos dando una vuelta por Montjuïc, contemplando unas vistas nocturnas magnificas de toda Barcelona iluminada y besándonos en su coche. Alquilamos una bonita habitación en La França y pasamos la noche juntos. Una noche increible, tan apasionada como tierna.

¡Ay, cuanta energía tiene esta juventud!

Ya tengo ganas de volver a quedar, de ser su maestra y amiga especial... Besitos, mi peque, estás en mi mente esta noche...

1 comentario:

j dijo...

Para energía ¡la tuya!