Una mañana ajetreada. La huelga de transportistas nos ha hecho pasar una semana movidita. El martes, por ejemplo, estaba la tienda casi arrasada, los pasillos vacíos y apenas gente comprando. A algunos que les debían horas los mandaron para casa, yo también terminé una hora antes de lo que me tocaba...
Ayer comenzaron a llegar algunos camiones con género, teníamos tantas ganas de colocar y tanto espacio que, en una mañana, ¡nos colocamos cuatro camiones enteros! Es de suponer que mucha gente tiene las despensas ya a tope, por eso este sábado ha sido desigual, a ratos mucha gente, a ratos ninguna...
También ha sido desigual mi comunicación con Jose esta semana. Casi no hemos hablado, apenas un par de mensajes... Quería dejarle espacio para sus cosas, no estarle demasiado encima, no hacerme pesada...
Me comentó que este domingo estaría de entrenamiento con su equipo de motos que participará en las 24 horas de Montmeló, que nos veríamos por la tarde, cuando terminara...
Me jode muchísimo tener la tarde del sábado libre y no hacer nada. Así que me busqué plan.
Más tarde me llegó otro mensaje suyo diciéndome que podría venirse el sábado noche, dormir conmigo y salir temprano para el Circuit. Pensé que sería una pequeña lección decirle que ya tenía planes (¡aunque estaba deseando dejarlo todo sin hacer y correr a su lado!), así que mi orgullo pudo más y le dije que no, que iba a seguir con lo que tenía previsto.
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