Un momento esperado

Por fin miércoles. Por fin veré a mi niño y podré estar con él...

Habíamos quedado para cenar juntos. Como yo salía tarde de trabajar, me era muy complicado encontrar un sitio abierto y cercano a esas horas. Entonces pensé que porqué no hacerlo en mi casa...

Evidentemente, no le podía pedir a mi compañero de piso y mejor amigo que me lo dejara para mi sola, él se había de levantar temprano... y nosotros no teníamos intención de acabar la noche pronto...

Le pregunté a Xavi si le sabría mal cenar los tres juntos. Lo dejó a mi elección. Le pregunté a Jose si le sabría mal cenar con Xavi en casa. Lo dejó a mi elección también.

Así que decidí que ya había llegado el momento de que mis dos hombres más importantes se conocieran. Tenía bastante miedo a que no se cayeran bien, pero también tenía bastante claro que tienen tantas cosas en común que eso era poco probable.... o quizás precisamente por eso no se llevarían bien.... ¡ay ay ay, que dilema!

Este momento era tan esperado como terrorífico....

Dejé todo preparado. Xavi me dijo que se iría prontito a dormir, así nos dejaría solos. Él se quedaría en la habitación, nosotros dormiríamos en el sofá-cama.

A las diez y cuarto ya estaba en casa, una duchita,cambiar mi uniforme por una ropa más sugerente, ponerme bien guapa y acabar de aliñar la ensalada.

Jose no tardó en llegar. Me colgué de su cuello nada más abrir la puerta, un besazo y un abrazo. ¡Cuánto te he echado de menos!

Cuatro preguntas de rigor y las presentaciones oportunas: "El famoso Xavi, el famoso Jose.... o debería decir, el Sr. KTM, el Sr. CBR..."

Unas risas, mucha charla, una botella de buen vino, ensalada florentina, fricandó de ternera y un postre italiano (hecho por mi) llamado Tortoni...

Prácticamente no me dejaron meter cucharada en la conversación, hablando de motos, de soldaduras, de motos, de kite-surf, de motos, de bicicletas, de piñazos con moto.... Lo que yo me temía, se lo pasaron tan bien hablando que se olvidaron de mi... y las horas van pasando y Xavi no se va a dormir... y yo mirando el reloj y deseando saltar sobre Jose y hacerle las mil y una....

Por fin, a las doce y pico, Xavi se acuesta. Nosotros abrimos la camita y la arreglamos..... y luego la deshacemos otra vez jeje Me da igual todo, los vecinos, mi compi, nada me frena, el deseo es tan intenso que no hay quien me calle...

Nos quedamos dormidos muy muy tarde, unas pocas horas y Jose ya se habrá de marchar de nuevo.... así que aprovechamos bien la madrugada, mientras oímos a Xavi en la ducha, que ya se ha levantado...

Como en las películas, envuelta en la sábana como si fuera un largo vestido de noche con cola, me despido de mis dos chicos, que se van a trabajar. A mi me queda un rato hasta la tarde, así que me vuelvo a acostar y repaso los momentos vividos.

Ha sido una buena noche, sí señor.