lunes, 11 de agosto de 2008

Meteduras de pata

Sudece a veces que, en el trabajo, metes la pata sin querer.

Recuerdo una ocasión en que una compañera estaba cobrándole la compra a una señora que venía casi cada día. Ese día venía con un peinado diferente. "¡Que guapa viene hoy! ¿Ha ido a la peluquería?" "No nena, es que tengo cáncer y con la quimioterapia se me ha caido todo el pelo, es una peluca..." contestó la señora muy tranquila, con mucha normalidad. Mi compañera no sabía qué decir, toda roja, no sabía si disculparse o reir... Fue un momento muy violento.

Otro día, a eso de las dos. Muchas de mis compañeras acaban su jornada y aprovechan para comprar antes de irse a casa. Yo termino a las tres, así que seguía en mi caja cobrando a los clientes. Una de ellas me dejó sus compras y me dijo que se iba a buscar alguna cosa que le faltaba. Entonces me di cuenta de que había dejado una chorreante bolsa de pescado en la cinta y eso me da mucha rabia. Cuando volvió le reproché con ganas, señalando la cinta: "¡Menuda cochinada!" La señora que había detrás de ella se puso toda colorada, me pidió perdón y guardó SU bolsa de pescado en una bolsa de la compra.... Estooooo.... Ups! No era de mi compañera!!??!! Joer... Tierra, trágame!!

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