Hoy ha sido un día horrible en el trabajo, se nota que la gente ha cobrado y todo el mundo viene con billetes grandes, de cincuenta para arriba y, en un santiamén, se me acaba el cambio y empiezo a ponerme muy nerviosa, me enfado porque la gente tiene muy poca consideración. No sé por qué ni de donde lo sacan, pero muchísimos nos dicen que claro, vienen a cambiar allí porque nosotros tenemos mucho cambio guardado...Eso es mentiraaaaaa!!!! Lo poquito que nos ponen en el cajón es ¡para todo el día! Yo procuro, cuando estoy en el turno de mañana, guardar bastante moneda para quien se ponga en mi caja por la tarde, para que no vaya demasiado justa. Si a primera hora ya se gastan los billetes de diez y cinco, luego vas fatal todo el día.
Así que, mosqueada como estaba, he comenzado a hacer una lista de las cosas que la gente hace que me da rabia:
- Por supuesto, cuando compran por valor de un Euro y pagan con un billetazo de cincuenta... Si sabes lo que vas a comprar ¿por qué no lo cambias antes en un banco o caja? En un autobús no te dejarían subir... Además hay que ir con mucho cuidado cuando un cliente hace eso porque puede ser un timo...
- Cuando una persona intenta entrar por la linea de cajas. Si hay una puerta de entrada ¿por qué no la usas? ¿No ves que hay gente haciendo cola y que tendrás que empujarlas para pasar? ¿En tu casa entras por las ventanas para llegar antes? ¿Te metes por las calles en contradirección? Y encima, si se lo dices, eres una borde y te miran mal...
- Los que dejan la bolsa de pescado chorreando en la cinta.... ¡Guarros! ¿Por qué no pedir una bolsa antes y así no manchas? No piensan que después de ellos vendrá más gente y colocarán sus cosas sobre su agüilla apestosa, les da igual, como ya se habrán marchado, que lo limpie la cajera. Luego son los mismos remilgados que no quieren dejar su barra de pan "porque la cinta está sucia"....
- Y esos que "se llevan un puñado de bolsas, para la basura".... Nooo, perdona! Para la basura vendemos bolsas, si las quieres las compras, roñoso. Ya nos han colgado un aviso en el panel de anuncios del vestuario que hemos de moderar y controlar cuantas se llevan los clientes, no permitir que se las lleven sin compra, porque el año pasado la empresa gastó muchísimo dinero en bolsas. Pero parece ser que soy la única que sigue la recomendación, porque la mayoría de mis compañeras las van regalando, sacan montones enormes y se las dan cuando yo se las he negado y esos chulos se giran a mirarme con sorna y a mi me da mucha rabia!!
Y, aunque tengo mucha paciencia, hay muchos días que acabo muy cabreada y harta de tener que pelearme con la gente por tonterías.... Respiro hondo, sonrío, me tiro los problemas a la espalda y sigo. Yo no vivo para trabajar, trabajo para vivir. Y mi vida está fuera de allí. No vale la pena amargarse.
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