lunes, 19 de mayo de 2008

Finde tranquilo


Aprovechando mis últimos dias de vacaciones, el viernes por la tarde ya cogí el tren y me fui al encuentro de Jose, recién salidito de su trabajo.

Fue fácil encontrarnos en el andén, él con una camisa blanca y tejanos, yo blusa roja medio abierta, corbata negra, falda de tubo, medias y zapatos de tacón.

Al meter mi bolsa en el coche... me enganché las medias y me hice una carrera...

Fuimos a cenar, notaba el ambiente un poco tenso por todo lo que habíamos estado hablando durante la semana, aunque intentaba mostrarme relajada, sé que solté algunas puyitas que le hicieron daño, yo estaba a la defensiva, lo reconozco.

Jose tenía pensado que fueramos a un local a ver pinchar a una amiga suya que es Dj, pero le pedí si podíamos pasar antes por su casa, para cambiarme, poder quitarme las medias rotas.

Llegué a quitarme la ropa.... pero no me la volví a poner. ¡Qué bonito es reconciliarse! jejeeee

El sábado por la mañana, él tenía que trabajar un ratito en su moto y me dejó sola en casa, con encargo de salir a comprar leche y hacer una copia de una de sus llaves. Así que, como la mujer de Barbazul, me dediqué a cotillear por todas partes y a dar una vuelta por su barrio. Me sentía muy extraña teniendo las llaves, con todo a mi disposición. Preparé la comida con mucha ilusión: una buena ensalada y una tortilla de gambas. Cuando Jose volvió, comimos juntos y nos echamos la siesta. Mmmmm!

Era el cumpleaños de uno de sus mejores amigos y, esa noche, mientras dábamos cuenta de unos buenísimos espaghettis a la boloñesa durante la cena, recibimos una invitación para ir a la fiesta del aniversario y de la inauguración de su piso. Esperaba una batería de preguntas por parte de Arantza, hermana del cumpleañero y gran amiga de Jose, pero fueron todos muy discretos, me acogieron con simpatía, hicimos mucha broma y nos reimos un montón. Me encantó ver a Jose en su salsa, me lo pasé muy bien allí.

El domingo, super relajados, viendo las carreras de motos en la tele, revolcándonos en el sofá, perreando, charlando.
Mi musa, aburrida en un rincón... por más que me susurra buenas ideas, no le hago ni caso (aunque tomo notas y prometo ponerme al día...)

A media tarde, cogimos el coche y de vuelta para Terrassa, escuchando Nickelback.
Unos bocadillos en el frankfurt de debajo de mi casa y una despedida larga, larga....

Como hoy he empezado de nuevo la dieta, Jose ha prometido animarme cada día, es un motivo como otro cualquiera para mandarnos mensajes.

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