martes, 2 de diciembre de 2008

Conquista

Como comenté en Cambio de tienda, algo bueno se estaba cociendo a mi alrededor. El primer dia en mi nuevo destino, en mi Caja 22, mientras cobraba a una señora mayor muy tierna pero muy pesada, un chico rubito muy alto y guapo, que hacía cola en la caja frente a la mia y yo, empezamos a ponernos caras de "lo que hay que aguantar" y a reirnos.

Venía cada día a comprar y siempre me dedicaba unas sonrisas muy especiales, unas miradas muy evidentes... Y yo notaba que todo mi cuerpo se echaba a temblar, sacudido por un pequeño terremoto. ¡Cómo me gustaba! Pero siempre de lejos, nunca se ponía en mi caja. Y a mi se me quedaba una sonrisa muy tonta y un calor cuando se iba...

Un día se decidió a que le cobrara yo. No sabía muy bien cómo arrancar una conversación, así que le dije: "...Siempre hacen falta cosas, eh?..." "Sí, pero es un placer venir a buscarlas..." me contestó con voz susurrante. ¡Aaaaahhhh! Notaba como mis mejillas se encendían... ¿qué podía contestar a eso? "Bueno, ya nos iremos viendo..." me dijo al despedirse. ¡Sííí, por favooor!


Otro día volvió a ponerse en mi cola, pero un segundo que aparté la vista y ya no estaba allí... Me quedé un poco desconcertada y triste. Cuando días después volvió a hacerlo, no dejé de mirarle hasta que empezó a poner su compra sobre la cinta. "Te estaba vigilando porque el otro día te fuiste" le digo, poniendo morritos, cuando lo tengo cerca "Ah! ¿Sí? ¿Y estás enfadada?" me pregunta con carita de inocente. "Claro que sí, ya no te hablo" contesto de broma y él se ríe con picardía.
Cuando se va la gente de delante no puedo evitar soltar un "por fin solos...". "Eso me gustaría a mi, que estuvieramos solos..." me dice en un tono grave y bajo, que esconde mucha perversión. ¡¡¡Woooowww!!! "Pero no puede ser..." añade tristemente. "¿Por mi, por ti, por la tienda?" indago. "Por mi, por mi...". ¡Ajá! O sea que está casado, pienso. Y eso que no lleva anillo, que ya me he fijado. "Bueno, yo no soy celosa" digo mientras le guiño un ojo, y eso parece abrirle nuevas expectativas. "Pues la semana que viene me paso un día y me apuntas tu teléfono. Podríamos vernos, pero muy discretamente...". Recogemos su compra entre los dos, hay una complicidad en nuestro secreto y no paramos de reirnos. Cuando se va, voy saltando por toda la tienda y le explico a mi amiga Irene lo que me ha pasado. Estoy que no me lo creo. Me tiemblan las piernas. ¿Discrección? jajajaa Yo no tengo ni idea de lo que es eso.

Tarda más de una semana en volver a pasar. Ya empezaba a pensar que se había rajado. Pero no. Le apunto mi número en su cuenta y me quedo días esperando su llamada. Acordamos una cita en mi casa, lejos de su barrio, lejos de miradas indiscretas.

Cuando llega a mi casa, se muestra super suelto, no es nada tímido. Tampoco es la primera vez que le es infiel a su mujer, aunque les vaya muy bien la cosa, según me cuenta, y no se siente culpable. Está encantado conmigo, cambio mucho sin el uniforme, estoy mucho más guapa con mi ropa... y sin ella jejeje Ha venido en bicicleta y se ha caido antes de llegar. Le duele el culete (parece que lo estoy poniendo de moda jajaja) Prometo no agarrárselo muy fuerte. Empezamos a ponernos tiernos en el sofá, pero enseguida nos vamos a mi habitación.

¡Que pena! El mito se viene abajo. Es muy guapo, muy simpático, muy divertido, pero como amante es un desastre. No se, quizás la próxima vez, con más tiempo, conociéndonos más, pueda conseguir algo mejor. No se queda mucho tiempo, ha de volver a su casa que le esperan para cenar, me pasa su mail y me dice que, aunque yo ya no esté en la tienda donde él compra, seguiremos en contacto.
A ver si es verdad.

No hay comentarios: