viernes, 26 de septiembre de 2008

Decirte adios

Hola.
El corazón me va a mil,
me estoy mordiendo los labios para no llorar,
para que no se me escape el aliento.
Me resulta muy difícil escribirte, pero creo que es lo que debo hacer.
No estoy enfadada contigo. Si lo estaba, ya se me ha pasado.
No puedo estar contigo, no puedo verte porque haces temblar mi mundo,
me haces ser tan tuya que dejo de ser mía.
Y mi corazón y mi piel es lo que piden, sentirte una y otra vez,
entregarme a ti en cuerpo y alma,
pero mi cabeza sabe que no sería lo correcto
si tú no me correspondes con lo mismo.
Y no puedo ser solamente tu amiga porque querría ser mucho más, no me conformaría.
Y me gustaría pensar que tú tampoco.
Me haces daño constantemente, con palabras y con actos,
supongo que sin mala intención pero me lo haces.
Y no puedo volver a vivir una situación así.
Sé como acaba y no es lo que quiero ni para mi ni para ti.
Así que, por favor, bórrame de tu vida, no me hables más,
olvídate de mi....
yo no podré hacerlo de ti,
pero prefiero vivir con el recuerdo de los buenos momentos
que no llenar los días de reproches.
Así que se más fuerte que yo y no me dejes caer en la tentación.
Sinceramente, te deseo lo mejor, mucha felicidad y una mujer que te merezca.
Te echaré mucho de menos, cielo.
Te quiero.
Un beso de tu Mónica.

No hay comentarios: