lunes, 6 de octubre de 2008

Performance (Sitges I)


Cada año, por estas fechas, intento escaparme algún día a Sitges, a divertirme en el Festival Internacional de Cine de Catalunya, paseando por las paradas de souvenirs de cine, camisetas y demás. Sitges, como ya he comentado en alguna otra ocasión, me llena de energía positiva, su luz, sus playas (¡incluso en Octubre, llenas de gente!) esas calles llenas de comercios y de restaurantes, sus calles plagadas de gente, nacionales y extranjeros.

Flecha me mandó un mensaje al móvil contándome que uno de sus cortos iba a concurso y que si me apetecía estar allí el fin de semana para verlo, que él me invitaba a asistir a su lado, que con su acreditación podríamos ver muchas películas juntos y que disponía de sitio para mi donde estaba alojado. Así que dije que sí.

Luego añadió que también había de realizar una "performance" para presentar una película y que si me interesaba participar me trajera ropa de cowgirl. Le dije que ya me lo pensaría, pero que no creía que lo fuera a hacer, ¡que vergüenza!... Pero, por si acaso me daba un siroco, me llevé alguna cosilla, por si lograba convencerme, que yo me conozco y suelo ser fácil de convencer jajaja

Al llegar a Sitges, todavía con el uniforme del trabajo, nos pasamos por su pensión, me di una ducha y me cambié de ropa. Allí, la mujer de la recepción, nos explicó una historia curiosa: un par de noches atrás, un hombre había venido y había pedido la llave de una habitación en concreto. La persona del turno de noche se la había dado. Un rato más tarde, apareció una chica y pidió la misma llave. Al decirle que se la habían dado a un hombre que ya había subido a la habitación, ella dijo que venía sola. Al comprobar la reserva vieron que, efectivamente, estaba hecha a nombre de la chica. Subieron a la habitación y estuvieron llamando a la puerta para hablar con el hombre, pero no les contestaba, así que pusieron a la chica en otra habitación. Por la mañana, cumplida ya la hora en que debía abandonar el cuarto, el hombre no salía. Así que terminaron abriendo con la llave maestra y.... no había nadie en la habitación, que estaba cerrada por dentro... Y la llave de la habitación aún no había aparecido... uuuuhhh!! Flecha y yo comenzamos a llamarlo El Ente, como la famosa peli, y acabó llamándose el Ente Vicente, con el que hacíamos broma cada vez que volvíamos a nuestra habitación (que, por cierto, tenía tres camas...).

Nos dimos una vuelta por el pueblo. Ir con Flecha por la calle es muy divertido: la gente se gira a mirarlo (supongo que por su aspecto "friki") y muchos le saludan, se va encontrando con conocidos por todas partes. Él había quedado también con otro amigo, llamado Albert, un encanto de 23 añitos, con ese aire de tímido dispuesto a hacer cualquier cosa que a mi me encanta. Me pasé toda la noche tirándole los trastos descaradamente, lo que le hizo bastante gracia. Él había participado ya en una actuación de las de Flecha, haciendo de soldado, moviendo una jaula dentro de la que había una chica ligerita de ropa y se lo había pasado muy bien. Entre uno y otro, antes de cenar ya estaba convencida de participar en la "performance": que si había partido del Barça en la tele, que si mucha gente estaría viendo las películas del Festival, que no me iba a ver casi nadie, que pasaríamos un buen rato...

Estuvimos en las Taquillas, junto al Hotel Melià, intentando conseguir entradas para el pase nocturno de "Repo, the genetic ópera" pero había habido problemas en el pase de la mañana y habían pasado a la gente a la noche y estaban agotadas. Por más que insistimos no pudo ser... Así que volvimos a bajar al pueblo, algo desanimados, Flecha estaba tan cabreado que incluso se planteaba si hacer la performance o no. Nos pasamos por el Edificio Miramar, sede del Espacio Brigadoon y decidimos cómo iría todo colocado (si lo hacíamos). La sala no era muy grande, con un escenario con una gran mesa y varias sillas, tras la que había una pantalla y, delante, una zona para el público con muchísimas sillas, que en ese momento estaban casi en su totalidad sin ocupar. Flecha quería colgar unas cadenas de las lámparas del techo pero no se lo permitieron, demasiado peligroso, podrían romperse los tubos fluorescentes o caer sobre la gente... Nos fuimos a cenar.

Los tres juntos nos zampamos unas pizzas fantásticas en La Oca, mientras esperábamos a Lorena, la chica que iba a hacer de víctima, que llegó justo cuando acabábamos, junto con su novio. Estudia teatro, es una niña guapísima, con melena castaña de grandes rizos, largas piernas y buenos pechos, muy simpática y atrevida. Ella (y supongo que la botella de vino que nos bebimos con la cena) pareció insuflar vida a nuestro proyecto y bajamos los cinco muy contentos y con ganas de montar el espectáculo.

Cuando entramos en la sala ¡sorpresa! estaba llena a tope... ufff... ¡Qué "acojoneeee"! ¿Porqué me meteré yo en estos líos? Ya no podía echarme atrás, bueno, en realidad sí pero, ¿quería? Me apetecía meterme en el personaje, vivir un nuevo tipo de experiencia. No era nada malo, no me haría daño probar... El novio de Lorena nos ayudó a colgar un plástico transparente del techo con cinta americana mientras nosotros nos cambiábamos. Él se encargaría de sacarnos fotos y Albert de filmar la actuación con la videocámara. La película que íbamos a presentar se llamaba "The Texas Vibrator Massacre", una parodia en clave pornográfica de la famosa "Matanza de Texas", así que nosotros haríamos de la sádica familia que lleva una víctima a casa para violarla y matarla...

Lorena se vistió con unos shorts tejanos, una camiseta blanca de tirantes y unas camperas, se hizo dos coletas y se pringó la camiseta de sangre falsa, como si la hubiéramos perseguido y pegado antes de atraparla. Yo llevaba un mono negro de tirantes, un pañuelo al cuello, una camisa estampada como de franela, un gorro de cowboy de lado, tapándome medio rostro y maquillaje tipo actriz de cine mudo, muy marcado, también me manche la mejilla, los labios y el pecho con la sangre de bote. Flecha llevaba sus pantalones negros con muchas correas, se vendó el pecho y la cara con film transparente y se cubrió con la sangre de pega. Para rematar (jaja) se puso una careta de cerdo auténtica, sujeta con el plástico. Metimos a Lorena en el centro de un artefacto metálico y la sujetamos con las cadenas.

La luz estroboscópica parpadeaba con velocidad, como flashes de una pesadilla. Flecha, el carnicero, y yo, su dulce ayudante, entramos arrastrando a nuestra presa, que chilla y se retuerce. Pongo cara de mala, lanzo miradas desafiantes a la gente que nos observa con cara de susto. La lástima es que nos hayamos dejado la música (íbamos a poner algo de Marilyn Manson) en el coche. Llegamos a donde cuelga el plástico y le soltamos las cadenas. Ella grita de forma ensordecedora, se libera, intenta escapar. La flagelo con un haz de tiras de plástico blanco. La atrapamos cuando prueba de meterse bajo las sillas de los anonadados espectadores. Flecha se quita la careta y la deja sobre la mesa y su cara cubierta de sangre y film transparente exhibiendo una gran sonrisa es aún más escalofriante. A Lorena le entran unas violentas arcadas (nos había dicho que intentaría vomitar durante el show...), Flecha finge sodomizarla y yo le animo a ello, empujando su flaco trasero, sujetando a su víctima, él le arranca la camiseta dejando sus tetas al descubierto. A pesar de lo que lucha, ahogada en el plástico que acaba por desprenderse del techo, acaba por rendirse y desfallecer en el suelo. Flecha me besa, me lame la sangre de la cara y el pecho, se muestra contento y se sienta tras la mesa, satisfecho de su actuación. Ella se levanta de un salto entonces, gritando de rabia, subida a la mesa coge la careta de cerdo y le pega con ella, furiosa, para luego salir corriendo de la sala. Él corre tras ella, intentando volver a cogerla y yo no puedo parar de reír. El público se arranca en un aplauso atronador, soy la única que queda para saludar y despedirme y salgo corriendo tras ellos. Apagan las luces y, al pasar por la puerta, veo de reojo que comienza ya la película.

El el improvisado vestuario, los tres estamos tirados en el suelo, recuperando el aliento, la adrenalina fluyendo por nuestras venas, comentando que ha quedado genial. "Una chica de primera fila se ha asustado y se ha ido..." "Es que creo que le he escupido..." contesta Lorena entre risas. Aparece Juanma Pastor, el director del Espacio Brigadoon y nos felicita efusivamente, nos acompaña a los lavabos que hay en el segundo piso para que podamos cambiarnos y asearnos de toda la sangre falsa. Nos invita a irnos de fiesta luego con él y Flecha y yo aceptamos. Albert, Lorena y su chico habían de volver a casa y no se podían quedar.

Mientras nos dábamos una vuelta por la exposición de dibujos sobre King Kong, vimos que la gente huía en desbandada de la sala de proyección. La película no era lo que esperaban. Espero que, al menos, la "performance" les gustara. Lorena se despidió cálidamente de nosotros. Flecha y Juanma se enfrascaron en varias conversaciones que no parecían acabar nunca, pero Albert y yo no teníamos prisa. Sentados en las sillas frente a la sala, llevábamos nuestro flirteo cada vez más lejos... Me encanta cuando se ríe. No quería que se fuera y traté de convencerle...

Cuando salimos a la calle, nos estaba esperando un coche impresionante de la organización. Albert se despidió de mi con un morreo increíble y una miradita pícara. Seguiré en contacto con él... Pasamos a buscar a un amigo de Juanma, luego nos fuimos los cuatro al Ruta 66 y allí nos tomamos unas copas y estuvimos charlando. La música no era demasiado buena, era muy tarde, Juanma se sentía muy cansado y nos dijo que se iba a su hotel. Flecha y yo queríamos madrugar para ver un par de películas, así que también nos fuimos para la pensión.

Ya acostados, decidimos echarle un ojo al material filmado por Albert y.... ¡que decepción! Supongo que se equivocaría de botón, porque no había grabado nada... ¡Que lástima! Me hubiera gustado vernos en acción...

Me quedé dormida enseguida. Durante la noche, recibí un mensaje en mi móvil: el número de una habitación en el Hotel Melià... pero no lo vi hasta la mañana siguiente...

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Patetico!

Nikki Fennel dijo...

Jajaja Posiblemente sí, pero yo me lo pasé muy bien. La vida no es el tiempo que vives sino las cosas que haces durante ese tiempo. Y todo lo que pueda hacer mientras estoy viva pienso aprovecharlo.

Lo patético de verdad es criticar y no dar la cara, lanzar la piedra y esconder la mano, eso es de cobardes. No argumentas tu opinión, luego no me vale de nada. ¿Qué haces tú de bueno con tu vida?

Bienvenido igualmente. Yo no soy tan mezquina como tú.

susireiki dijo...

plas ,plas, plas, plas!

Anónimo dijo...

Lo que yo haga con mi vida no es de su incumbencia! ni no interesa exponer en un blog, lo que hago o dejo de hacer! Usted desnuda públicamente su intimidad! Usted no tiene intimidad y eso es patético! Porque no lo vende! Al menos sacara partido de su patética vida! Claro si logra venderla!

Nikki Fennel dijo...

Imagino que el plas plas es que aplaudes, Susi, ¿o son un par de "yoyas" para el "Anónimo" que se piensa que no se quién es?

Ciertamente, tu vida no es de mi incumbencia, me importa un rábano, y como la mia parece ser que a ti también, te agradecería que me dejes hacer con mi intimidad lo que a mi me venga en gana y te dediques a tus cositas. Si no te gusta lo que lees, no lo leas. No pierdas el tiempo. Deja mi vida y este blog para la gente que le gusta o para la que, aunque no está de acuerdo con lo que yo pueda hacer, sabe hacer crítica constructiva...

Unknown dijo...

Veo que Usted sabe quien soy! no la recuerdo como alumna, recordaría su falta de respeto! y su poca educación!.
Discúlpeme, pero aquí nadie hace crítica constructiva, debería escribir sobre cosas interesantes, para poder hacer criticas constructivas.
Criticar una vida decadente como la suya ¡ no es constructivo! es patético!.
Entre aquí por casualidad! Por un alumno! Solo por ver y leer sobre la decadencia de una mujer! Créame que puntuare muy bien a ese alumno por su buen trabajo sobre los blogs!.
Atentamente.
R. Campos.

Anónimo dijo...

Yo veo muchas exclamaciones. Es quien me imagino? Hay gente q aun no se entera q un blog es eso, publicar tu intimidad, tus pensamientos,...lo q te salga de las narices. Asi q lo unico patetico aqui es tu comentario. Y, como te dije una vez, si no te gusta lo q lees, no metas mas tus narices aqui.
Saludos al resto y besos a mis hermanas; muas.

Nikki Fennel dijo...

¡Hola wapisima!Claro que lo es... ¿Acaso lo dudas? Otro enorme beso para ti.

"Roberto Campos"... ¿Decadente? ¿Hacer teatro es decadente? ¿La música es decadente? ¿La literatura es decadente? ¿Tener amigos es decadente? ¿Ser una mujer libre y en la flor de la vida es decadente? ¿Que me guste el sexo es decadente? Puajjj!!!¿Qué es lo que te molesta tanto?... Me das mucha pena. Puntúa bien a tu alumno, porque lo que es tú, tienes un cero por mi parte.

susireiki dijo...

INCREIBLE que haya gente tan fustrada !!!(se ve a la legua),bajo mi punto de vista este "señor" si se le puede llamar así,que lo dudo,seguramente lo que le pasa es que debe llevar años reprimiéndose sobre todo en el plano afectivo y sexual.
También influye esta sociedad tan hipócrita en la que vivimos y en la que parece está de moda lo de la crispación,y en vivir siempre indignado.yo le pediría que en lugar de ocupar sus energías en entrar a criticar se dedique a algo constructivo,como a arreglar su vida que si debe ser decadente.
además permiteme que diga que lo del alumno es un "pegote"y de los grandes.
VIVE Y DEJA VIVIR!!

susireiki dijo...

ah! lo de "plas,plas,plas!" era un aplauso para tí,por ser tan valiente y tener un blog abierto no como el tal roberto,si su vida es tan "modelica" que lo abra y se exponga a la opinión de los demás...igual es que sólo lo tiene para contactar con sus "alumnossss"

susireiki dijo...

ostras!perdón por tanto comentario jajaj, pero se me ha escapado decirte que estás muy guapa en la foto de la "performance",que me recuerda a la portada de "La naranja mecánica" jajaja felicitaciones al fotógrafo! y para tí un besote:muaaac!

Anónimo dijo...

Hola Nikki, acabo de escribirte un comentario en tu ultima aportacion y he venido a leer que ponia ese individuo. Me ha sorprendido ver que pone Roberto, como yo, tambien me ha sorprendido ver que pone bastantes "!" como yo. Espero que no creas que soy yo!!!!

De todas formas ese individuo ni es profesor, ni es alumno, ni es nada, quizas un zopenco que se aburre o alguien despechado, en fin, siempre tendra una esquina para darse cabezazos!

Un besazo mi "sorreta" y no cambies nunca!!!