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Esta vez, Conrad Son y su equipo no se han querido arriesgar mucho, se lo han jugado todo a una sola carta, a una sola noche en Moià, en el Xambau.

Al mirar la programación del evento, me resulta interesante la conferencia que hacen a las siete de la tarde sobre cine erótico, además pone que los shows empezarán a las ocho hasta las diez y media, habrá una pausa, y se reanudaran a las doce y media hasta las cinco y media, cierre del local.

Tras una duchita y volverme loca decidiendo que me ponía (no me veía bien con nada, eso que hacemos las mujeres que da tanta rabia de cambiarnos otra vez en el último momento...), Xavi y yo salimos (tarde) con mi coche hacia Moià. Yo suponía que él sabía bien dónde estaba, pues había llevado a Meli Samba a la presentación que hubo allí mismo semanas antes... pero estaba equivocada. Nos perdimos. Acabamos dando vueltas por Taradell (eeehhh! ¿No es este el pueblo de Albert Om? jejeje) y tuve que usar el Google Maps de mi movil para reorientarnos.

Evidentemente, ya no llegamos a la conferencia. El chico de la puerta nos pregunto, al vernos tan decididos a entrar: ¿Sois de la prensa? No ¿Venís a actuar? No (con una sonrisita)... Ahhh, ¿venís con los artistas? ¡Si! ¡Pues adelante! Juer, que fácil esta vez, no nos quieren cobrar entrada, no tenemos que pedir la lista de invitados ni avisar a Conrad o Evita... ¡Genial!

El local estaba casi completamente vacío. Solo gente de la organización del evento, gente de la discoteca y algunos fotógrafos de la prensa local. Nos metimos en los improvisados camerinos y repartimos besos a todos, siempre super alegres de vernos. Las niñas aún por cambiar, aún por maquillarse, sin haberse metido todavía en el papel que interpretan, gente normal, como tú y como yo. Maletas llenas de ropa abiertas por todas partes, neceseres con cosmeticos, zapatos y botas, cámaras cargando en todos los enchufes...

Conrad nos explica que les exigieron el pase de tarde para poder hacer el show en la discoteca, pero que no se hará, porque está vacía. Que harán directamente el de la noche. Y que la conferencia ha sido un exitazo, que ha venido mucha gente. Así que como nos quedamos a cenar todos allí, encargan más de cuarenta bocadillos, fríos, calientes, al gusto de cada uno. ¡Pobrecitos los del bar!

Evita comiendo su ensalada del Tupper

Lola maquilla a Leonardo

Va llegando más gente que conocemos: la locuela Anahí, derrochando energía, y el guapo (y altísimo) Isra, con sus enormes mochilas llenas de cámaras y equipo, el tímido Carles Azcón con todo dispuesto para pintar con sus acuarelas y otro dibujante llamado Javi. Luego llegan más fotógrafos y Evita nos presenta como "la groupie" y "el paparazzi" y nos reimos un montón.

Susy Gold no acaba de decidirse por el modelito que se va a poner esa noche para empezar y se prueba todo lo que lleva en la maleta, incluido un conjunto rosa que se compró en una tienda y que le viene bastante grande. Le cae una pequeña bronca de la jefa, recordándole que ellas tienen a Andrea de Adixxion, la modista que les hace la ropa a medida... Para rematarlo, no está contenta con cómo le queda el pelo y está desesperada por pasarse la plancha, incluso llama a su novio a casa para que se la traiga. Me encanta la manera que tiene de hablar (es una rumana garrulilla), es una chica muy dulce y divertida, me parto de risa con ella.

Julia de la Vega y Adam descansan en uno de los sofás al fondo de la sala, haciéndose arrumacos. Ella se ha cortado el pelo y está preciosa, además hoy celebra su cumpleaños. Le regalan un neceser con dibujos de Betty Boop de parte de sus compañeras.

Lydia Rouge está despampanante con el peinado de pequeñas trencitas que se ha hecho, además escogió un precioso corsé negro con un lazo rojo que le queda estupendo.

¡Como le gusta hacer la payasilla a Lydia!

Repite Belinda, que sigue igual de sosita que en el Cubelleserótica, aún le cuesta lanzarse, y un chico al que no había vuelto a ver desde el primer Festival al que asistí en Terrassa, hace ya más de un año (buff! ¡Cómo pasa el tiempo!) Se llama Leonardo Sampa y es brasileño, y tiene un cuerpazo increible. Una nueva "adquisición" es Lola, una morena vivaracha y alegre que tiene un negocio donde hace masajes y va a hacer promoción a través de los shows de Conrad.

Minerva llegará un poco más tarde, muy graciosa con dos trenzas. Nadie diria que es una Mistress jajaja Nos quedamos con las ganas de que vinieran Blade di Janeiro, al que hace tiempo que no veo, Justine, que está ocupada, Meli Samba, que está malita y Agus Santamaría, que está desaparecido. Evita está muy enfadada al respecto. Él se fue a una boda a Cádiz y no ha vuelto a dar señales de vida. Se le supone "de vacaciones", pero al menos podría avisar, ni siquiera le coge las llamadas, ni envia un triste mensaje, después de lo mucho que le han ayudado en este mundillo...

Las chicas, ya preparadas, van saliendo para hacerse sesiones de poses con los fotógrafos congregados, ahora que aún no hay público. Llegan los bocadillos y una gran caja de refrescos "energéticos" y todos atacamos como lobos. Parece que hay hambre.

Cuando la disco se abre y comienzan los shows, yo doy vueltas por la sala, bailando, saludando a la gente, haciéndome fotos con todos. Me he llevado mi cámara para hacerle fotos también a Xavi, que como es el paparazzi oficial no suele salir en ellas. Sentada en una zona de baile, un señor de una cierta edad me pregunta, amablemente, si yo he salido en Primera Linea y le contesto que no con una sonrisa (pero ahora mismo estoy pensando que a lo mejor sí, pero no como modelo, eh? En la fiesta del BDSM en el Terrazza me hice amiga del fotógrafo de Primera Linea y sé que me sacó alguna foto... tendré que comprobarlo...) Entonces el buen hombre me dice que cuándo salgo yo a actuar... Me lo tomo como un cumplido.

Ejerzo de ayudante de Evita, le saco fotos con las camareras de la barra y con la gente del público que le pide una foto firmada en el stand junto al escenario, donde también están firmando Lydia y Jenny One. Un chico no muy alto y con gafas, muy guapito, se me acerca y me pregunta si soy Nikki. Me quedo de una pieza, con la boca abierta. Es Sergio, seguidor de este blog, con el que por fin me he encontrado, después de coincidir en varias fiestas sin llegar a conocernos. Es un encanto, además de muy atractivo. Me pasé toda la noche con él, super orgullosa, presentándolo como "un fan de mi blog", hasta que al cierre nos tuvimos que despedir. Espero volver a coincidir, lo pasé muy bien con él.

¡Qué mala fotógrafa soy! Hemos quedado muy feos, con lo guapos que somos...

A puerta cerrada, en el camerino, todo el mundo empezó a cambiarse de nuevo para volver a casa, cuando aparecieron dos pequeñas tartas con velas (que habían traido también del bar de los bocatas y estaban empezando a derretirse) y le cantamos el "cumpleaños felíz" a Julia, que no pudo evitar ponerse a llorar, emocionada. No teníamos platos, ni cucharas, pero con pedacitos de vasos de plástico, nos las zampamos casi enteras. Somos como una pequeña familia, y me gusta mucho cuando formamos parte de ella.