Esto de ir hacia adelante y hacia atrás a la vez me recuerda cuando empecé a coleccionar cómics.
Así que la semana siguiente, allí estaba, buscando la continuación, conociendo a más personajes, dejando que mi imaginación volara con sus historias, fascinada con aquellos seres con poderes increibles pero con problemas de lo más mundanos... Y ya no dejé de comprarlos, semana tras semana. Y como me interesaba saber cómo habíamos llegado hasta allí, también empecé a comprarlos hacia atrás.
Mi hermano me convenció de que los de Spiderman eran muy buenos y también comencé a coleccionarlos.
A través del correo de los lectores conocimos a un chico llamado Pere, que se obsesionó conmigo, aparecía en mi casa con cualquier excusa y no había manera de que se fuera, me pedía prendas personales (y sé que alguna me robó).... Un día apareció con montones de bolsas. Llevaba su colección de cómics. Me los regaló todos. Spiderman, Secret Wars, Nuevos Mutantes... Había cientos. Algunos muy antiguos, algunos incluso valiosos.
Pasaron los años. Fran y yo seguimos comprando. Ibamos a librerias especializadas, también al Mercado de San Antonio algún domingo. Nuestra colección era impresionante. Pero llegó un momento en el que él dijo basta, que gastabamos mucho dinero y ocupaban mucho espacio...
Al separarnos, él se ha llevado la mitad, los de Spiderman, los importantes.... Pero me da igual, yo me he quedado los que me gustaban: los de Patrulla X, los de mutantes en general, V de Vendetta... Y sigo comprando los que me interesan, yendo a el Salón del Manga, el Salón del Cómic....
No hay comentarios:
Publicar un comentario