jueves, 4 de junio de 2009

¡Vacaciones en Londres! (5)

Días 5 y 6: Broadstairs

Jueves. Según lo previsto, me levanté con calma, bajé a desayunar y, de regreso a mi habitación, puse al día mi diario de viaje y el de gastos. Luego una duchita y a preparar la mochila para la excursión a casa de mi hermana. Me decidí por las sandalias, porque al parecer el buen tiempo continuaba.

Caminé tranquilamente hacia la Estación Victoria y llegué muy temprano. Me entretuve mirando tiendas, comiendo los bollos que había llevado para el almuerzo y al final me decidí a tomar el tren anterior al que había acordado con Mireia, harta de esperar allí. Al aparecer en las pantallas el andén en el que estaba estacionado mi tren, me dirigí hacia allí. Un amable conductor me indicó, al verme algo dudosa, que debía subir a alguno de los cuatro primeros vagones, porque a medio camino, el tren se dividía en dos que iban a distintos destinos. La verdad es que el trayecto de dos horas y pico se me hizo muy ameno.

Al llegar me llevé otra sorpresa: mi hermana había salido antes del trabajo y ya me estaba esperando en la estación. Nos fuimos juntas a un pub junto a la playa y nos tomamos un par de refrescos en la terracita mientras hablabamos de nuestras cosas (J2-O de melón y manzana,yum, yum!)















Broadstair es un precioso pueblecito en la costa este de Inglaterra. La playa estaba llena de gente a pesar de que ya refrescaba. Es divertido porque casi todo se llama Charles Dickens (hoteles, pubs, escuelas...) porque este famoso escritor pasó allí algunas temporadas de su vida.






El "Charles Dickens"... uno de ellos jejee









Una rápida escapada al super local y nos quedamos en otro pub del que son habituales, esperando hasta que llegó Bill, su marido. Entre los tres empezamos un divertido juego de adivinar la canción que sonaba (todas eran de los ochenta, será por eso que mi hermanita no acertó muchas jeje) mientras recordábamos anécdotas de nuestra infancia. Luego pasamos por un local de kebabs y compramos la cena.








La playita








Su casita es encantadora, en una calle muy tranquila, con un jardín bastante grande, dos plantas, un garaje y trastero, pero necesita muchas reformas. Bill se acostó temprano sin cenar (no es que estuviera castigado, pobre, es que había comido tarde y no tenía hambre jajaa) y Mireia y yo nos quedamos viendo la entrada en la casa de Gran Hermano (Big Brother, Channel 4), programa que empezaba esa noche. Tiggy, su gato, es un peluchito, muy tímido, se quedó un rato en mi habitación, observándome desde el suelo mientras yo me dormía.



Mira... el gatitooo....
















Viernes. Habíamos pensado en hacer una escapadita al cercano Canterbury durante la mañana, pero nos dio palo y preferimos quedarnos en casa mirando cosas por Internet (yo tenía más de 60 mails esperando por mi!), enseñándome cosas del Photoshop, mirando juntas vídeos de maquillaje, me descubrió los geniales vídeos de "Simon's Cat" en You Tube... Se nos fue la mañana en un suspiro.




Comimos juntas y por la tarde me acompañó de vuelta a la estación. Las sandalias no fueron una buena elección para el viaje, al final, hacía demasiado fresco para ir con los pies tan destapados... Nos despedimos sabiendo que pronto volveremos a vernos, pues bajará dentro de muy poco a Barcelona.

Al llegar a Victoria, pasé por un Sainsbury's de camino al hotel, a pillar algo para la cena y un bote de "lemon curd" (una crema ácida y dulce de limón que los ingleses usan mucho y que me encanta) que quiero llevarme de recuerdo a España.

Le había comentado a mi hermana que lo mismo me acercaba esa noche a bailar al Ministry of Sound, que está muy cerca de mi alojamiento, pero prefiero descansar y mañana ya veremos si lo hago....

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