Ramón en Terrassa

Había avisado a todas mis amigas. Hasta había pinchado un cartel (el que veis, original suyo pero retocado por mi) en el corcho del super para que la gente lo viera.

Y es que Ramón LSD venía a hacer su gran "Risketos" a mi ciudad y a mi me hacía muchísima ilusión que la gente a la que aprecio disfrutara tanto como yo lo he hecho, en varias ocasiones ya, de este genial cómico y sus monólogos. Me pidió consejo sobre un lugar donde alojarse tras la actuación y yo le ofrecí que se quedara en mi casa, cosa que aceptó (con algunas reticencias jajaja aunque yo le había prometido no lanzarme sobre él a devorarlo jeje)

Ramón actuaba en un espacio singular: la escuela de danza Fusion Style (de la que hicimos bastante cachondeo en el Facebook, diciendo que parecía el nombre de una peluquería...), donde los fines de semana, aparte de organizar bailes tambien ofrecen monólogos y actuaciones de música en vivo.

Fui acompañada de Xavi, al que ya le había hablado de este monólogo mil veces (¡el famoso "boli bonito"! jajaja) y que tenia ganas de ver otro, después de haber asistido al estreno del más reciente show de Ramón en el Teatreneu de Barcelona, el "¡Abajo las Pasteladas!". Yo ya había estado alguna vez allí, preguntando sobre unos cursos de baile. Me quedé alucinada con la nueva distribución del local, donde estaba el mostrador de entrada, ahora tienen una barra con camareras y hasta preparan pequeñas cenas. Allí nos encontramos con varias caras conocidas y, tras pedirnos algo de beber, pasamos a la sala del fondo y nos sentamos en la mesa nº 2, justo frente al escenario para no perdernos detalle.

Ramón nos saludó con calidez al llegar y me comentó que al final no se quedaría a dormir, que había visto que los Ferrocarriles Catalanes funcionaban hasta tarde y que se volvería para Barcelona y me agradeció igualmente la hospitalidad (¡cobarde, cobarde! jajaja) A eso de las once menos cuarto daba comienzo el show. La reacción de la gente fue impresionante: unas risas, unos aplausos, que incluso le hacían parar. Había un chico en concreto que soltaba unas carcajadas que nos hacían partirnos al resto, incluso Ramón se dirigió a él en un par de ocasiones. Hacia la mitad hizo una pequeña pausa y el ambiente estaba realmente animado.

La verdad es que estuvo genial, nos lo pasamos muy muy bien.

Si tienes ocasión de verlo, no te lo pierdas. Palabrita de honor que se te van a saltar las lágrimas. En Atrapalo.com siempre es fácil encontrar entradas para sus tres shows en Barcelona...