martes, 3 de marzo de 2009

Dolor (2)

Llevo días sin ponerme mis auriculares para ir por la calle y el mundo, a pesar del ruido, se me antoja muy silencioso sin mi música favorita... Era por si acaso el médico del seguro estaba en lo correcto y lo mio era otitis... Y los echo mucho en falta.
Ayer tarde fui a mi dentista, a ver a ese experto que le viene a operar cada quince días. No me pude cambiar el turno y me acerqué en la media hora que tengo para merendar. El hombre me atendió con prontitud, se miró mi radiografía muy atentamente y dictaminó que una muela del juicio que tengo rota me está tocando el nervio y está infectándolo... y que se había de extraer. "Bueno, pues mañana por la mañana vengo y me la quito..." "No, no, ha de ser ahora. Sino, hasta dentro de quince días...." ¿¿¡¡Quince días más con este insoportable dolor!!?? ¡¡Ni hablar!!
Cinco o seis pinchazos, hacer palanca con una especie de destornillador, unas pinzas y ¡voilà! la muela está fuera. Un punto para que no se quede la herida abierta, una gasita para que no me sangre mucho y cien euracos al canto... Y una advertencia: cuidado que no me muerda la lengua, que todo el lado derecho está dormido y un papel con las instrucciones para estos días: comida blandita, fría, enjuagues con infusión de tomillo...
Y vuelvo al trabajo. Estoy en mi caja y casi no puedo hablar: "¿diene dicdketd de padddkingd?" No sé como la gente me entiende... Al rato empiezo a ponerme blanca, estoy temblando, me estoy mareando mucho. Me voy al vestuario y me siento un rato. Mi jefe me hace tomarme un par de zumos a ver si me recupero. Dice que no le importa que me vaya a casa, pero que no quiere que me caiga por la calle... Así que cuando me encuentro algo mejor, me voy para casa. Tomo un poco de caldo tibio y me voy a dormir. No siento dolor, aún sigue toda la zona muy dormida.
Hoy me he despertado bien. No me duele. Sólo la molestia de una herida abierta y un leve cosquilleo en la zona por toda la tensión que he estado soportando, pero el intenso dolor en mi cara ha desaparecido. Me siento agradecida. Suspiro con alivio.
No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, ¿verdad?

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