domingo, 2 de noviembre de 2008

Almas gemelas








"Cornelius" y yo llevábamos bastantes días tonteando por Internet. Decidimos dar el paso y conocernos en persona. También vive en mi ciudad y fue fácil concertar una cita. El sábado noche no tenía ningún plan y, en un momento, ya habíamos quedado.

Llovía a mares y a las once de la noche ya no circulan autobuses, así que me dirigí a nuestro punto de encuentro caminando, pues no está muy lejos de mi casa y no me apetecía coger el coche, llevando mi vestido negro favorito y zapatillas de esas de tela que llaman bailarinas o kung fu y a mis queridos Mustang en una bolsa para que no se mojasen.

El local donde le había dicho a Cornelius de quedar se llama Bartini's y había estado leyendo sobre él en una revista sobre ocio en Terrassa, donde lo ponían muy bien. Está en la Calle Sant Leopold, muy cerca de la antigua Central de Correos. Estando en la puerta, bajo mi paraguas rojo, recibí un mensaje en el móvil de que él me estaba esperando dentro, así que hice el cambio de calzado y hice mi entrada triunfal.

El local por dentro es muy bonito, decorado en rojo y negro (mira, igual que iba yo jeje), con cuadros de fotografías americanas retro y música muy agradable. Y hacen todo tipo de cócteles, aunque tienen una especialidad muy curiosa: el martini de chocolate...

Cornelius se puso en pie para recibirme, la primera impresión fue muy favorable para ambos. Era mucho más alto de lo que esperaba, muy guapo, con gafas (¡me chiflan los chicos con gafas! ese aire de chico bueno y estudioso me mata mmmm....) unos bonitos ojos verdosos y una sonrisa que me desarmó por completo. Estuvimos charlando un ratito mientras bebiamos unos Martinis. ¡Coincidiamos en tantas cosas! Nos entendimos perfectamente al momento, me sentí como si nos conociéramos de siempre.

Nos fuimos a su casa, muy chiquitita pero con mucho encanto. Me estuvo enseñando la música que le gustaba y que a mi también me encantó. Pearl Jam, Alice in chains y otros grupos de corte "grunge", mezclados con otras músicas muy diferentes, Jaimie Cullum, por ejemplo...Ya conocía algunos temas de Erika Badu, pero cantar con él en la ducha la intro de "Rimshot" fue muy divertido: "baduuuu, baduuuu...."

Más tarde, en su sofá, pilló una de sus guitarras y me cantó una canción, así, bajito, con los ojos cerrados. El Último de la Fila nunca me había sonado tan bien. No creo que se diera cuenta del cariño con el que yo le estaba mirando, auténtica adoración de fan.

Nos tiramos hablando en la cama hasta casi las siete. Luego dormimos un poquito. Me prestó un libro de ciencia-ficción que ya he empezado a leer. Hemos quedado en volver a vernos pronto.

Estoy segura de haber encontrado un alma gemela. Estoy deseando hacer más cosas junto a él...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pinta muy bien para ser una primera cita.