lunes, 12 de julio de 2010

Wooo, we're going to Ibiza!




Que la selección española gane el mundial de futbol es una cosa buena… a no ser que tengas que salir de viaje al dia siguiente… Celebración hasta altas horas de la madrugada: petardos, chillidos en la calle, los coches tocando el claxon… Me fui a dormir a las dos pasadas, teniendo que levantarme a las seis!!!

Decidí que bajar en tren a Barcelona era la mejor opción, a pesar de la mierda de obras del Ave , que me dejan en Sant Andreu y he de coger el metro…. El tren se fue parando más de lo habitual y ya empezaba a ir con el tiempo demasiado justo….

Bajé en Drassanes y caminé hacia la estación maritima a coger el ferry. ¡Aquello está super mal indicado! No hay carteles, no hay información, preguntas y nadie sabe indicarte… Pasé casi media hora dando vueltas bajo un sol de justicia, y mi maleta parecia pesar cada vez más.

Por fin di con el sitio, con una cola espantosa de maleducados moros ante mi para preguntar en una ventanilla… Pensé que no llegaría a tiempo de embarcar, estando tan cerca… Pero si.
Mi hermana Susana me habia dicho que de la estación al barco habia mucho trecho y yo no la crei…¡Vaya si lo hay! Una pasarela que parece no acabarse nunca….

Una vez en el ferry Zurbaran, escogi butaca y me acomodé. Por delante, 8 horas de viaje!!! ¿Pero que vamos, remando? Pfff…. Un grupo de cuatro chicos veinteañeros (Dani, Manu, Jordi y Billy) en su primer viaje a Ibiza me amenizaron el trayecto con sus comentarios, que más de una vez me hicieron reir a escondidas. Cosas que pasan cuando te pones chanclas: descubres que los demás también tienen pies horribles con los que hacer broma….

Dani, el más parlanchin, delgadito y alto, estudiaba Aeronautica en Terrassa ("To the parrot!" como dijo él, mira por donde!), Manu estaba como un queso, me recordaba mucho a Fran cuando nos conocimos, todavía no un hombre pero tampoco un niño….Jordi, depilado y aniñado, declaradamente gay (Dani diciendo “yo duermo con Jordi que tiene el culo fino“), obsesionado con encontrar papel para “ir a ver a Maria” y dando saltos por todo el barco con su bandera española anudada al cuello, y Billy, con unos impresionantes ojos de agua y una cara muy morbosa (a pesar del acné)….

Hay que ver lo lentas que pueden pasar ocho horas. Lei, escuche música, vi la tele, eche un par de cabezaditas, me comí un bocadillo, di un par de paseos, jugué al solitario en el movil, borré mensajes antiguos….

El ferry, una vez llegados a Ibiza, nos dejó lejos del puerto, asi que un autocar nos acercó a la ciudad, hasta la Estación marítima. Mi hotel está realmente muy cerca. Por eso se llama Hotel El Puerto….


Todos los comentarios que habia leido en Internet, han resultado acerrtados… Normalmente escojo bastante bien mi residencia, pero en esta ocasión elegi la opción más barata, lo reconozco… Vistas a un descampado que parece Yonkilandia por detrás y a un ajado bloque de pisos por delante, bastante ruidoso y avejentado, horrible servicio de wifi en un salón con el aire acondicionado a tope junto al vestíbulo del hotel y no en las habitaciones como hacen pensar en su propaganda, una habitación extremadamente sencilla y con pocos servicios. Las paredes son tan delgadas que oigo a mi vecino cuando se suena… No quiero imaginarme lo mal que lo pasará si alguna noche me traigo compañía jejee…

Deshice mi maleta, me duché, me cambié de ropa y salí a dar una vuelta por la ciudad.



Nunca me habia pasado por la cabeza que en Ibiza hubiera tantas tiendas de ropa, es impresionante. En casi todos los establecimientos (de camisetas, de copas) venden tickets para las discotecas y los carteles de los diferentes eventos y dj estan por todas partes,llenandolo todo de color y promesas de diversión.



Cené en un McDonalds. Es tranquilizante para mi saber que, aunque esté en una ciudad extraña, puedo comer en un lugar que me es conocido, ya tendré ocasión de descubrir otros establecimientos.

Volvi al hotel, me conecté un rato a Internet para dar señales de vida y revisar mi correo y me fui a la cama temprano. El madrugón, haber dormido poco, los nervios, el viaje… han acabado conmigo. Ya se que en Ibiza no salir de noche es casi un pecado, pero hoy ya no doy más de si…

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