martes, 13 de julio de 2010

Loco, loco, loco... Ibiza!














Una vez más, mi cuerpo me traiciona. Mi menstruación lleva haciendo el tonto desde el susto del mes pasado, pero ha sido llegar a Ibiza y comenzar a sangrar como una cerda. Suerte que siempre llevo algunos tampax en la maleta, pero he tenido que salir a comprar más. Tener la regla durante las vacaciones es una mierda, con todo lo que conlleva: malestar, hinchazón, tener que cambiarse a menudo, si me sale plan poco podremos hacer… ¿cómo me pongo un pantalón blanco en la Isla Blanca, sabiendo que puedo mancharlo de rojo chillón? Jodeeeeeer!

Otra de las críticas que había leido sobre el hotel, he comprobado que es cierta: el buffet de desayuno es un asco. No es que sea escaso, es que es poco variado y las mujeres que lo atienden son bastante malcaradas…. Eché de menos mis desayunos en Londres, que eran estupendos….


Salí a recorrer el Dalt Vila, la zona amurallada en la parte alta de la ciudad, callejuelas preciosas, vistas impresionantes de Eivissa y del mar. El empedrado de las calles me dio algún que otro susto (cómo resbala!). Visité la Catedral, que es muy linda y chiquita, consagrada a ¿La Virgen de las Nieves? Ops! Que mala es la droga....



De vuelta por el centro, aproveché la ocasión para comprarme una parte superior del bikini. No es que sólo me haya traido para hacer topless jeje, es que, al probarme el bikini del año pasado, que metí apresuradamente en la maleta, he descubierto que la parte inferior me va bien, porque es atada, pero la superior me ha quedado pequeña y no me tapa ni me recoje nada ¿Tanto me han crecido las tetas? Jaja ¡Qué vergüenza a mi edad!

Me pasé también por la tienda oficial de Amnesia, donde compré mi entrada y estuve averigüando dónde para el Discobus para cogerlo a la noche.

Comi una pizza Melanzana, de berenjena y miel en La Tagliattela, que me hizo pensar en Juanma, pues él se la pidió cuando cenamos juntos en Terrassa y me comento que lo de mezclar berenjena y miel era muy de su tierra natal, Granada.

En el super que hay frente al hotel, me compré un refresco y un bocadillo, para la cena, y en otra tienda de la avenida Santa Eulària des Riu, unos doritos texmex y un refresco que me hizo gracia, llamado Pussy (“coño”) para la merendola. No pude resistirme a la tentación de hacerme unas cuantas fotos chupando la lata jaja Licking a Pussy!



Una siestecilla reparadora, un rato de Internet, y a arreglarme para la disco! Vestidito corto y escotado negro y unas mallas blancas.

Con el Discobus llegamos en un momentito. Me registraron el bolso y me hicieron dejar la cámara de fotos en el guardarropía. Luego me dio mucha rabia porque dentro había mucha gente que si había colado cámaras y móviles y nadie les decia nada…

Me quedé alucinada desde el primer momento. Aquello no parecia una discoteca, más bien un concierto. La gente está toda encarada hacia la cabina, que está en lo alto, sobre nuestras cabezas, rodeada de pantallas de leds, exhaltados, gritando como fans enloquecidas, botando, con los brazos en alto…. Y la verdad es que Gareth Emery lo merecia. Me tuvo bailando desde el primer paso que di en la sala sobre las doce y media hasta las tres y media sin parar. Ni cuando me pedí un refresco en la barra pude dejar de moverme. Cada vez que pensaba que estaba agotada y que debía descansar, otra canción alucinante comenzaba a sonar y tenia que seguir bailando. Un diez para Gareth!
















Llegaron el típico grupo de bobas que tienen que hacer el idiota para hacerse ver y no se dan cuenta de lo que molestan, ocupando espacio, burlandose de la gente y estorbando a los que realmente queremos bailar. Y pronto también se me pegó el ligón de turno, preguntandome de dónde era, que si trabajaba o estudiaba (ajajá pfff!!!) Cuando vio que no le seguia mucho el rollo y que me apartaba cada vez que se me pegaba demasiado, me dijo “voy a buscar a mi amigo y luego vuelvo”…y aproveché para cambiarme de sitio, lejos de las bobas y de él. No penseis que soy mala, él tampoco volvió a por mi…. Tampoco podian faltar el par de niñatas que se creen que estan muy buenas, pero que no saben moverse y que me dedicaban miraditas y risas. Yo les sonreí de vuelta (dientes, dientes, que es lo que les jode!), porque una cosa tengo muuuuuy clara: ¡yo bailo de puta madre y vuestras risitas no esconden otra cosa que envidia!


Musicón tras musicón, cuando creia que ya no podía más… llegó Armin Van Buuren!! Woooaaaaaahhh!!! Impresionante! Me hizo sacar energias de donde ya no habia, bailando hasta dejarme para el arrastre!


El Discobus de vuelta venia lleno de gente medio dormida ya, y me dejó casi a las puertas de mi hotel. Duchita y a planchar las sabanas. Que gustazo de noche! No se porqué lo llaman Amnesia si ha sido inolvidable….

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