Recuerdos, vivencias, ocurrencias.... todas esas pequeñas cosas que hacen que yo sea yo
sábado, 25 de julio de 2009
24/7 - 2009
viernes, 24 de julio de 2009
¡Accidente!
jueves, 23 de julio de 2009
Traviesa
Tenemos por costumbre bajar a un restaurante italiano que está a la vuelta de su hotel para cenar. El camarero es un cubano gordito, muy moreno, con gafas. Siempre se me come con los ojos y se muestra muy atento con nosotros... Cualquier excusa es buena para volver a acercarse a nuestra mesa y echarme un buen repaso...
Me he comprado un vestido nuevo, negro, abierto parcialmente por delante con botones, cuello Mao, con bolsillos, mangas afaroladas, ligeramente ceñido... Me hace sentir como una sexy "Señorita Rottenmeyer" jeje... A Juanma le ha vuelto loco cuando me ha visto...
Bajamos a cenar al restaurante y mi camarero favorito casi se cae del susto. Los labios rojos, la melena salvaje, la mirada oscura y provocadora, el vestido riguroso pero sensual, los taconazos de infarto: soy toda una "vamp", y mi amigo valenciano está encantadísimo de llevarme del brazo.
Primer detalle que me hace reír: le pedimos un Lambrusco con la cena y nos trae un Rioja... Creo que hoy lo despisto más de lo habitual jejee....
Al terminar, llegada la hora de los postres, Juanma y yo bromeamos sobre la seducción, la provocación y no me resisto a, juguetonamente, desabrocharme el primer botón de mi vestido, dejando ver un escote de los que hipnotizan... El cubanito aparece raudo a mi lado, haciéndonos reír por lo bajo, sin poder evitar el asomarse a tan increíble balcón, pasándonos nerviosamente las cartas de los postres. Yo me decido por el tiramisú, Juanma se pide un sorbete de limón.
No pasan ni dos minutos y nuestro camarero vuelve a estar a mi lado, pasándole de nuevo la carta a mi amigo. "Lo siento, señor, no nos quedan sorbetes. Si desea alguna otra cosa..." Juanma repasa la carta una y otra vez, mientras el moreno no le quita ojo a mis pechos, y acaba pidiendo otra cosa.
Al marcharse, me troncho de la risa. "Que sepas", le aviso con picardía, "que SI tienen sorbete de limón, pero es que no podía aguantarse a echar otro vistazo..."
Cuando regresa a nuestra mesa, trae mi tiramisú y... ¡un sorbete de limón!.... "Hemos encontrado uno", nos anuncia. Yo tengo que morderme el labio y apartar la vista de la asombrada cara de Juanma para no estallar en carcajadas. Ya he vuelto a abrocharme el botón, así que esta vez, nuestro camarero no puede disfrutar del suculento panorama....